El auge de la energía eólica marina en Europa: una mirada a Europa, a la UE y a España

La energía eólica marina es una fuente de energía renovable que está creciendo en popularidad en todo el mundo. En un mundo cada vez más preocupado por la crisis climática, la necesidad de una transición hacia sistemas energéticos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente es cada vez más evidente. La energía eólica marina, gracias a su capacidad para generar energía limpia y renovable a partir del viento en alta mar, se ha convertido en una solución clave en la búsqueda de alternativas energéticas más sostenibles.

La energía eólica marina está ganando cada vez más terreno como una de las mejores fuentes de energía renovable en Europa, la Unión Europea (UE) y en España. Europa es ya líder en la producción de energía eólica marina y se ha establecido ambiciosos objetivos para aumentar aún más su capacidad de producción en los próximos años. La Unión Europea ha establecido un objetivo de producir al menos el 32% de su energía a partir de fuentes renovables para el año 2030. España también estableció objetivos ambiciosos para la energía eólica marina, y ha comenzado a invertir en la infraestructura necesaria para desarrollar esta fuente de energía limpia.

En este blog post, se analizará la situación actual de la energía eólica marina en algunos países europeos, en la UE y España; y cómo estos países están trabajando para impulsar su desarrollo.

La energía eólica marina en Europa

Europa es líder mundial en la producción de energía eólica marina y ha establecido un objetivo de tener al menos 60 GW de capacidad instalada de energía eólica marina para el año 2030. En 2020, la capacidad instalada de energía eólica marina en Europa superó los 22 GW, lo que representa más del 90% de la capacidad mundial de energía eólica marina.

Los países líderes en la producción de la energía eólica marina en Europa son: el Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Bélgica y Países Bajos. Estos países tienen la mayor cantidad de parques eólicos marinos instalados y están invirtiendo en la expansión de su capacidad de producción:

El Reino Unido

Es el líder mundial en energía eólica marina, con una capacidad instalada de más de 10 GW. El país ha establecido un objetivo de tener 40 GW de capacidad instalada de energía eólica marina para el año 2030, lo que lo convierte en uno de los objetivos más ambiciosos del mundo en términos de energía renovable.

Alemania

Este es el segundo mayor productor de energía eólica marina en Europa, con una capacidad instalada de más de 7 GW. El país tiene planes de aumentar su capacidad de producción a 20 GW para el año 2030.

Dinamarca, Bélgica y los Países Bajos

Éstos, también tienen importantes capacidades instaladas de energía eólica marina y ya están invirtiendo en la expansión de su capacidad de producción.

La energía eólica marina en la UE

La Unión Europea ha establecido un objetivo de producir al menos el 32% de su energía a partir de fuentes renovables para 2030. La energía eólica marina desempeñará un papel importante en la consecución de este objetivo.

La energía eólica marina es una de las tecnologías clave para poder alcanzar este objetivo. En 2021, la Comisión Europea presentó la Estrategia de Energía Eólica Marina, que tiene como objetivo aumentar la capacidad instalada de energía eólica marina en la UE de los actuales 25 GW a al menos 60 GW para el 2030 y a 300 GW para el año 2050. Esto requerirá una inversión significativa en la infraestructura necesaria para desarrollar esta fuente de energía limpia.

Además, la UE está invirtiendo en la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías para la energía eólica marina. Esto incluye el desarrollo de turbinas eólicas más grandes y eficientes, así como la investigación sobre cómo integrar la energía eólica marina en la red eléctrica.

La energía eólica marina en España

La energía eólica marina se ha convertido en una alternativa renovable de elevado potencial que se adapta muy bien a las características de la plataforma continental española. Es decir, que tiene una posición geográfica privilegiada, con una amplia costa en el Mediterráneo y el Atlántico, lo que la convierte en un lugar ideal para el desarrollo de la energía eólica marina. De hecho, España es una potencia en las incipientes soluciones flotantes para los parques eólicos marinos: de las 27 identificadas a escala global, 7 son españolas.

No obstante, España ha establecido unos objetivos ambiciosos para la energía eólica marina y ha comenzado a invertir en la infraestructura necesaria para impulsarla. Con vistas al 2030, se marcó el objetivo de alcanzar entre 1 y 3 GW de eólica marina y hasta 60 MW de energías del mar. De hecho, actualmente es uno de los líderes en la energía eólica marina en la UE.

También, España es el país europeo con más instalaciones de I+D para eólica marina y de otras energías del mar. Por ejemplo: el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BiMEP) o la Zona experimental de aprovechamiento de las energías marinas de Punta Langosteira (A Coruña), el segundo banco de pruebas del mundo para la energía de las olas. Es decir, que la energía eólica marina ha tenido un desarrollo significativo en estos últimos años.

España, se ha propuesto 4 grandes objetivos:

Partiendo de su fortaleza industrial y tecnológica, la nueva hoja de ruta promueve la energía eólica offshore y otras energías del mar (mareomotriz, undimotriz, gradiante salino, gradiante térmico) y tiene cuatro objetivos hacia 2030:

1. Establecimiento como centro europeo de referencia de I+D para diseñar, escalar y demostrar nuevas tecnologías, mejorar las plataformas de prueba existentes y el proporcionar el mejor y más rápido entorno para probar nuevos prototipos. Se comprometerán al menos 200 millones de fondos públicos entre 2021 y 2023 como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

2. Ser el referente internacional en capacidad industrial, generar cadenas de valor y empleos de calidad en todo el ciclo de vida de la tecnología y optimizar las condiciones logísticas. Esto se debe básicamente a la gran escala del parque eólico. También, implica siempre un espíritu emprendedor con una perspectiva de economía circular. Un foco está en las sinergias con los ya grandes sectores de nuestro país, como nuestra experiencia en la industria naval, siderúrgica o eólica terrestre.

3. Integrar la sostenibilidad como pilar central de la expansión de las energías renovables en los océanos. Además de los despliegues ordenados gracias a los planes de gestión espacial marina, el despliegue de estas tecnologías servirá para integrar sistemas de seguimiento del medio marino para facilitar su conservación y mejorar la salud de los distintos entornos marinos.

4. La colocación ordenada de activos renovables, especialmente la eólica, de acuerdo con reglas claras y predecibles basadas en 3 factores principales: ordenación del territorio, conectividad a la red y modelos de negocio. La alta inversión inicial que requieren y su alta generación de energía. Por lo tanto, el proceso de selección de unos nuevos proyectos puede incluir niveles de precalificación y mecanismos competitivos para identificar el mejor proyecto en cada caso.

Conclusión

La energía eólica marina es hoy, una de las fuentes de energía renovable más prometedoras en Europa, la Unión Europea y España. La UE y España han establecido objetivos ambiciosos en materia de energía renovable. Están trabajando para aumentar la capacidad instalada de energía eólica marina en los próximos años. Además, el sector privado y la investigación y el desarrollo están impulsando el desarrollo de la energía eólica marina en España. España tiene el potencial de convertirse en un líder mundial en energía eólica marina. Tiene una posición geográfica privilegiada, una sólida base de investigación y un marco legal y regulatorio establecido. La energía eólica marina es una de las claves para alcanzar la transición hacia un sistema energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. España está dando pasos significativos para liderar esta transición en Europa.

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